La Voluntad de DIOS es Sanar (Spanish) - page 169

Autoridad sobre demonios y enfermedad
169
Débilmente, Contesté otra vez, ‘Señor, yo sé que dijistes eso. Pasó sólo hace un mes atrás
y esta todavia fresco en mi mente como si lo dijistes anoche. Yo sé lo que me dijistes. Yo
realmente le dije al demonio que dejara el cuerpo de este hombre, pero él no se fue.’
Yo creo que sé cómo Jesús se vio cuando saco a los cambiadores de dinero fuera del
Templo, como esta registrado en Capítulo 11 de Marcos. De repente pareció como si Sus
ojos echaban fuego; Yo podia ver rafagas de rayos en ellos.
por cuarta vez El dirijio Su dedo hacia mí y dijo enérgicamente, ‘Sí, pero Yo dije que el
lo haría!” Entonces desapareció. Entonces me di de cuenta que Había actuado en
incredulidad.”
¿Ah, amigo, usted ve esto? ¿Usted Oye esto? “Yo Lo dije. Yo lo dije y no paso.” ¿Qué significa
esto? Esto no significa que usted no tiene autoridad, y esto no significan que no es la voluntad
de Dios.
Millones de perosnas no creen esto. “depende del Señor, todo lo que El quiera, y vamos sólo a
rogar a Dios que pare al diablo.”
“Nosotros a veces pensamos que si nosotros tenemos un Don especial o una uncion para
ministrar, esto siempre funcionara—pero esto no es el caso. No importa cuanta autoridad
podríamos tener, no importa cuantos dones especiales podríamos tener, o cuanto poder
podríamos poseer, todos ellos trabajan por medio de fe y
fe sólamente
.
Cuando me di de cuenta que había ejercido duda en vez de fe, vi mi error. Llamé al
hombre para que regresara a la plataforma. Estaba de pie en la parte trasera del auditorio
y no habia vuelto a su asiento aún.
Le Señalé a él y dije, ‘Vuelva acá, hermano.’ Volvió retrocediendo sus pasos atrás por el
pasillo. Yo estuve de pie en la plataforma esperando que el viniera al altar a donde yo
estaba. El instante que se puso delante de mí, puse mis manos en la espalda, y con mi otra
mano en su pecho y Dije, ‘Satánas, te dije que dejaras este cuerpo! Y tienes que salir
fuera en el nombre del Señor Jesucristo Cristo!’ Entonces yo le dije al hombre, ‘Ahora,
mi hermano (Yo no le puse un “si” esta vez), ¡inclínese y toque sus dedos de los pie!’
Al instante su espalda estaba flexible. La tuberculosis de la espina se fue. La espina que
había sido tan tiesa como una tabla se curó. Se podría inclinar y tocar sus dedos de los
pies así como cualquier persona normal. El estaba completamente bien!
Como este hombre había venido a nuestra reunión desde Arkansas, nosotros no lo vimos
hasta dos semanas más tarde. Volvió para estar en el último servicio de la noche del
sábado.
Le pregunté si todavía era capaz de inclinarse y tocar sus dedos de los pies.
I...,159,160,161,162,163,164,165,166,167,168 170,171,172,173,174,175,176,177,178,179,...299
Powered by FlippingBook