Autoridad sobre demonios y enfermedad
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que exista que no tenemos poder sobre el? ¿No hay ninguna enfermedad que no tengamos
autoridad sobre ella? Tenemos el poder y la autoridad sobre todos los demonios. Tenemos el
poder y la autoridad sobre todas las enfermedades, sobre toda dolencia. Tenemos que decir esto.
Tenemos que pensar esto. Tenemos que incorporar esto en nuestro conciencia.
Cuando Yo tuve el privilegio de trabajar en la escuela de sanidad, nosotros teníamos un día en el
cual le ministrábamos a la gente de un modo especial, yo iba y pasaba tiempo extra esperando
en el Señor y manteniendome en silencio. El Señor me llevó a estos versiculos, estos mismos, en
Mateo 10 y Lucas 9. Me llevó a entrar en ellos y estar en silencio, no cansando mi cuerpo y
orando a lo mas alto de mis pulmones, pero que estuviera en silencio y decir “El Espíritu del
Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido” (Lucas 4:18) en unos minutos, yo iba a salir y
ministrarle a la gente, a poner las manos sobre la gente y tomar la autoridad sobre la
enfermedad, esa clase de cosas, por lo tanto necesito creerlo. ¿Cómo viene la fe? Bueno, cuando
yo lo estaba diciendo, yo lo estaba escuchando también. Yo me quedaba allí a veces por 30
minutos, a veces por una hora, y sólo decia, “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me
ha ungido. El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido. El Espíritu del Señor
está sobre mí, por cuanto me ha ungido.” Yo solo decía eso parte del tiempo, y la otra parte del
tiempo, decia,“Él me dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para sanar
enfermedades.” (Lucas 9:1) Entonces yo iba y lo decía otra vez. “Él me dio poder y autoridad
para expulsar toda clase de demonios y para sanar enfermedades.”
Diga esto en voz alta:
“El me ha dado el poder y la autoridad sobre todos los demonios y
sobre todas las enfermedades.”
Usted escucha esto, y su cabeza dice, “Ya lo tengo. Ya lo oí.” Pero la fe no es de la cabeza. La
fe no es del intelecto. Por eso es la razón que me quedaba allí durante 45 minutos mas y seguia
diciéndolo. y una y otra vez, el Espíritu de Dios entraba en ese pequeño cuarto, y yo le cuento a
usted que la gloria de Dios era tan fuerte que cuando yo salía de allí, yo estaba buscando algo
para reprender.
Esto es diferente a alguien que venga y diga, “Yo tengo cáncer terminal,” y usted responde
diciendo, “Todos levántese y oren con fuerza,” que lo que quiere decir que usted esta intimidado
por ello. Usted le tiene miedo de ello.
Algunas personas dicen, “Bueno, esto
es
algo para asustarse de eso.” ¡No! No si tenemos la
autoridad y el poder sobre eso. Nosotros no tenemos que tener miedo de eso. Tiene que
obedecer a
nosotros
. La mayor parte de la Iglesia no cree esto, y la mayor parte de la Iglesia no
ve la clase de milagros que usted lee en Mateo, Marcos, Lucas, y Juan, tampoco. La mayor parte
de la Iglesia todavía cree que podría ser la voluntad de Dios para ellos morir de esta enfermedad
terminal, o que esto Dios lo podría estar usando para ensenarles algo a ellos. No se preocupe que
ellos no pueden encontrar nada de esto en la Biblia. La gente ha hecho que la Palabra de Dios no
tenga ninguno efecto por sus tradiciones. Ellos han negado la Palabra a fin de guardar y agarrarse
a una tradición.
