La sanidad es parte de la redencion
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¿Y si Pablo no hubiera hablado? ¿Y si no hubiera dicho algo?
El comandante dijo, “Dime, ¿es verdad que eres ciudadano romano?
No cree Usted que Pablo se alegró de que podia decir, “Sí, así es. Sí, soy un ciudadano romano.”
El comandante le dijo: —Yo pagué muchísimo dinero para hacerme ciudadano romano. En aquel
tiempo, podrías haber nacido como ciudadano y tendrías la ciudadanía — en muy igual a como
es hoy. Esto era el caso de Pablo. O, podrías hacer una gran acción militar, y César le podría
conceder la ciudadanía. O, si tenías bastante dinero y conocías a la gente adecuada, lo podrías
comprar. Algunas cosas nunca cambian. Si supiera que campañas eran las correctas y contribuían
a ellas...
El Dijo, “Me costó mucho dinero para conseguir mi ciudadanía.”
Pablo dijo, “Entiendo esto, pues yo lo soy desde que naci. Nací libre. Nací en esto. No lo gané, y
no lo compré. Nací en esto.”
¡El versirculo 29 sigue, “Los soldados que iban a azotarlo, al oír que Pablo era ciudadano
romano, se apartaron de él.” esta es la palabra para la tortura, “El comandante mismo tuvo
miedo de haberlo encadenado.” Qué cambio! Le tratan como la suciedad, y le atan al palo. El
comandante no se quedó ahí. Fue para dentro para conseguir algo frío de beber Van a pegarle a
Pablo hasta que estuviese molido. Pero ahora, el hombre principal se asusta porque sabía que
Pablo era un Romano, y porque le había amarrado.
Usted esta viendo el cuadro cuando alzó la vista desde allí y dijo, “Pues yo lo soy desde que naci.
Nací libre. Por eso tengo todos estos derechos. Yo por eso estoy protegido. Yo nací en esto.”
Y el capitán principal dijo, “¡Desátele! ¡Desátele ahora mismo! El Sr. Pablo, lo sentimos,
nosotros no sabíamos. espero que no sienta la necesidad de relatar esto a César porque …
¿podria usted vendir a dentro? Yo tengo limonada fresca. Yo creo que un algunas de mi ropas le
quedaran. Podría usted conseguir algunas y traer … sientese aquí abajo, Sr. Pablo. Ah,
conseguimos algo en su ropa. Lo Siento.” Pablo pasa de ser “azotado y golpeado” a “soltado y
respetado.”
Amigo, usted nació en esto. No lo ganó, no lo compró, y usted no podía hacer bastante para
merecerlo. Pero cuando alzó la vista y dijo, “Jesús, yo creo en ti, y te recibo como mi Señor y mi
Salvador,” ¡nació de nuevo! Nació en esta familia y en este reino y su nombre,
su
nombre, está
en ese Libro, y ese Libro es un Libro del redimido y el rescatado. También es una lista de la
ciudadanía del Reino de Dios eterno, y como un ciudadano, tiene derechos. Pero los debe saber,
y se debe levantar, y debe hablar sobre ello.
Jesús no abrió la boca. ¿Sabe que El podría haberlo echo? Usted recuerda lo que dijo cuando se
lo llebaban El Dijo, “¿Acaso piensas que no puedo ahora orar á mi Padre, y él me daría más de
doce legiones de ángeles?” (Mateo 26:53) e iban a sacarlo a Él de allí tan rápido. Quiero decir,