La paternidad eterna de Dios
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hombre,” (1Timoteo 2:5) hay sólo una Persona por la cual usted tiene que pasar para llegar a
Dios, y es su Hermano. El lo llama hermano.
Cuando Jesús fue resusitado de entre los muertos, ¿qué les dijo El? Algunas de las mujeres le
vieron en la tumba, justamente después de que salió, antes de que Él haya ido algun lugar. Su
cuerpo había estado acostado allí frío y tieso. La gloria de Dios bajó, y Su espiritu volvió, y Él
estaba parado allí, resucitado en Su cuerpo. Las mujeres le vieron sólo minutos después de que
esto pasó. Ellas se cayeron e iban a abrazarle, y El les dijo, “No me toques, porque aún no he
subido a mi Padre.” (Juan 20:17) Ahora Él iba a funcionar en la Alta oficina de Sumo Sacerdote
que se tipificó durante siglos en el Antiguo testamento.
Una vez al año, el sumo sacerdote se lavaba y se ponía su ropa especial. El entraba en el lugar
Santisimo después de que los sacrificios se habían hecho, y él ofrecia y deramaba la sangre—la
sangre que nunca podía llevarse los pecados. La sangre de animales, animales inocentes, sólo
podría cubrir los pecados para otro año; entonces lo tenian que hacer otra vez.
Ah, pero este día, este día, el Cordero de Dios sin manchas ha resucitado. Hebreos nos dice
“sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido
eterna redención.”, para nunca hacerse otra vez. (9:12) No hay ahora más sacrificio a favor del
pecado, nunca otra vez—lo que incluye usted hacer algun trabajo tratando de compensar su
pecado.
Sirva a Dios y haga las cosas porque ama a Dios, porque ama a la gente, no por que trata de
pagar por sus pecados. La penitencia no está en la Biblia. La penitencia es un insulto a Dios. Esto
es actuar como que la sangre no es suficiente; Esto es serio.
¿Que más les dijo El a ellos? Ellos están de pies allí, a punto de tocarle. Ellos estaban
asombrados. La ultima vez que lo vieron, El estaba muerto. Ellos están diciendo, “Ah,
Maestro…” pero El Dijo, “No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis
hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.” ¡Gloria a
Dios! El camino ha sido hecho para usted y para mí para poder venir vigorosamente antes el
mismo trono de la gracia, y para que Dios sea nuestro Padre, y para que podamos ser Sus hijos,
y para que podamos llamar a Jesús nuestro Hermano mayor, y para que Él nos reconózca como
familia.
Diga esto en voz alta:
Dios es mi Padre.
Yo Soy Su hijo.
Somos Su familia.
El es para siempre mi Padre.
Nosotros somos para siempre Su familia.
Esto es lo que las pandillas buscan. Hablan de la familia, pero el verdadero amor no está allí.
Hay sólo una familia en el universo donde alguien le amo a usted, murió por usted, derramó Su
sangre por usted y sacrificó El su espíritu, alma y cuerpo, para que tu vivas: es la familia de
Dios. Todos nosotros ahora tenemos este amor deramado en nuestros corazones, y nosotros